Colaboradores reflexionan sobre la dimensión ética de las Universidades Lasallistas octubre 2019
Departamento de Comunicación
La tarde de este lunes 21 de octubre, la comunidad Lasallista participó de la conferencia “La dimensión ética de las Universidades Lasallistas” impartida por el Hermano Oscar Azmitia, con el propósito de fortalecer nuestro quehacer como Universidad Lasallista.
Poco más de 50 colaboradores se dieron cita en el auditorio María Lozano de nuestra Casa de Estudios, en el que reflexionaron principalmente sobre la aporofobia, concepto que Adela Cortina ha compartido para definir el rechazo al pobre.
Así mismo, durante la conferencia el Hermano Azmitia compartió que “ignorar la realidad no limita las consecuencias”, nos exhortó a estar atentos al llamado, a dejarnos atrapar como el Fundador lo hizo hace más de 300 años.
Sembró en la Comunidad interrogantes sobre nuestro actuar profesional y personal referente a conductas aporofóbicas, nos cuestionó sobre nuestras fuentes de información y al mismo tiempo nos pide que asumamos posturas epistemológicas y éticas que nos permitan ir más allá de la Responsabilidad Social Universitaria.
Además recordó al Hermano Álvaro quien afirmaba que la Innovación, es parte de la tradición Lasallista, es un símbolo del desarrollo de nuestra misión como Universidades y docentes Lasalianos.
Compartió con los asistentes algunos puntos sobre la dimensión ética de las Universidades Lasallistas como; 1.Dar más oportunidades educativas que permitan el acceso a la Universidad, 2. Democratización del conocimiento, 3. Preocupación por la calidad no solo por el acceso, 4. Administrativos y Docentes considerados como parte de la solución, 5. No caer en la trampa de los procesos de Certificación que desplace la legitimización del saber, 6. La incorporación de las delas tecnologías como parte del desarrollo humano, 7. La investigación como parte de la transformación social y de la propia Universidad y 8. Una Universidad políticamente responsable.
El hermano Oscar, es guatemalteco con estudios en filosofía, psicología y un doctorado en Pedagogía, durante siete años, fue encargado de la misión educativa en el Distrito de Centroamérica y miembro de la Comisión de Educación de la RELAL; aunado a ello, fue Rector de la Universidad De La Salle de Costa Rica.
Ha sido pionero de iniciativas internacionales así como autor de diferentes artículos periodísticos y libros entre los que destacan: Tejedores de la Vida, 4 volúmenes de Hagamos educación, La utopía es como el horizonte, Cuando la realidad nos obliga a romper el silencio, Rutas de Esperanza, en torno a las Islas de Creatividad de La Salle y del Cuaderno No. 45 en torno al Proyecto Educativo Regional Lasallista –PERLA.
Algunas de las preguntas finales de la charla dieron paso a recordar que las Universidades Lasallistas, deben caminar con la lógica del bien común y no de la empresa, que labrar camino que permita el desarrollo y la opción por el más desprotegido no es una sugerencia así como la promoción de la justicia.
Como Universidad y Comunidad Lasallistas espacios lúdicos como éste, nos permite reflexionar y replantearnos los retos que nos propone día a día el mundo, permitiéndonos fortalecer las habilidades de nuestros alumnos y de nuestros colaboradores de forma integral que nos permita mirar al otro y responder a las necesidades que exhorta el mundo y los distintos escenarios sociales.
Poco más de 50 colaboradores se dieron cita en el auditorio María Lozano de nuestra Casa de Estudios, en el que reflexionaron principalmente sobre la aporofobia, concepto que Adela Cortina ha compartido para definir el rechazo al pobre.
Así mismo, durante la conferencia el Hermano Azmitia compartió que “ignorar la realidad no limita las consecuencias”, nos exhortó a estar atentos al llamado, a dejarnos atrapar como el Fundador lo hizo hace más de 300 años.
Sembró en la Comunidad interrogantes sobre nuestro actuar profesional y personal referente a conductas aporofóbicas, nos cuestionó sobre nuestras fuentes de información y al mismo tiempo nos pide que asumamos posturas epistemológicas y éticas que nos permitan ir más allá de la Responsabilidad Social Universitaria.
Además recordó al Hermano Álvaro quien afirmaba que la Innovación, es parte de la tradición Lasallista, es un símbolo del desarrollo de nuestra misión como Universidades y docentes Lasalianos.
Compartió con los asistentes algunos puntos sobre la dimensión ética de las Universidades Lasallistas como; 1.Dar más oportunidades educativas que permitan el acceso a la Universidad, 2. Democratización del conocimiento, 3. Preocupación por la calidad no solo por el acceso, 4. Administrativos y Docentes considerados como parte de la solución, 5. No caer en la trampa de los procesos de Certificación que desplace la legitimización del saber, 6. La incorporación de las delas tecnologías como parte del desarrollo humano, 7. La investigación como parte de la transformación social y de la propia Universidad y 8. Una Universidad políticamente responsable.
El hermano Oscar, es guatemalteco con estudios en filosofía, psicología y un doctorado en Pedagogía, durante siete años, fue encargado de la misión educativa en el Distrito de Centroamérica y miembro de la Comisión de Educación de la RELAL; aunado a ello, fue Rector de la Universidad De La Salle de Costa Rica.
Ha sido pionero de iniciativas internacionales así como autor de diferentes artículos periodísticos y libros entre los que destacan: Tejedores de la Vida, 4 volúmenes de Hagamos educación, La utopía es como el horizonte, Cuando la realidad nos obliga a romper el silencio, Rutas de Esperanza, en torno a las Islas de Creatividad de La Salle y del Cuaderno No. 45 en torno al Proyecto Educativo Regional Lasallista –PERLA.
Algunas de las preguntas finales de la charla dieron paso a recordar que las Universidades Lasallistas, deben caminar con la lógica del bien común y no de la empresa, que labrar camino que permita el desarrollo y la opción por el más desprotegido no es una sugerencia así como la promoción de la justicia.
Como Universidad y Comunidad Lasallistas espacios lúdicos como éste, nos permite reflexionar y replantearnos los retos que nos propone día a día el mundo, permitiéndonos fortalecer las habilidades de nuestros alumnos y de nuestros colaboradores de forma integral que nos permita mirar al otro y responder a las necesidades que exhorta el mundo y los distintos escenarios sociales.