Aprenden sobre la importancia del control emocional noviembre 2020
Departamento de Comunicación - Aranzazú Urbina

El funcionamiento del cerebro y sus conexiones neuronales, así como, su relación con las emociones, fue lo que la psicóloga Jannely Sepúlveda Granado, colaboradora en Cruz Roja y CODE Guanajuato, explicó en el taller: “El cerebro y sus emociones”, organizado por el Departamento de Solidaridad de la Universidad De La Salle Bajío, Campus Salamanca.

Esta charla, impartida a través de Teams, tuvo el propósito de explicar a los alumnos la capacidad de lidiar con las emociones, las cuales, se deben experimentar para que, a largo plazo no afecten, por lo que, durante su presentación, la ponente afirmó que pueden aprovechar las emociones y lo que les provoca, orientarlas de manera positiva, como la ira, que da energía y pueden enfocarla hacia alguna actividad productiva.

Se inició con una serie de vídeos donde se explicó que el ser humano no es capaz de usar todas las regiones del cerebro al mismo tiempo, sino que se van activando conforme las vamos necesitando.

La experta dijo que, anteriormente, los científicos creían que el cerebro no cambiaba después de la niñez, incluso en nuestra etapa adulta, éste continúa cambiando y moldeándose.

“El cerebro tiene una especie de caminos que son los mapas para nuestros hábitos, conocimientos, pensamientos y sentimientos, cada vez que sentimos una emoción, realizamos una acción, estos caminos cerebrales se hacen más fuertes”, comentó la psicóloga.

Además, afirmó que si comenzamos a realizar una nueva actividad o elegimos sentir otra emoción ante cierta situación, el cerebro abre un nuevo camino y conforme lo vamos haciendo, poco a poco se vuelve un hábito, el viejo camino deja de ser usado y se debilita. Este proceso de reprogramar el cerebro es lo que se conoce como neuroplasticidad.

Posteriormente, los asistentes realizaron una actividad donde tomaron una hoja y la dividieron en cuatro sectores, de manera que quedara dividida a la mitad tanto vertical como horizontal. En la línea vertical, en la parte superior, se colocaba el número 100 y hasta abajo el 0, para medir cuánta energía producía una emoción.

Por otra parte, en la línea horizontal se colocó del lado derecho qué tan satisfactoria era la emoción, y del lado izquierdo lo contrario. Los alumnos eligieron entre múltiples emociones y las acomodaban de acuerdo con lo que les producía la emoción.

Sabemos que el confinamiento en casa, a raíz de la pandemia, es un tema difícil para todos, es por ello que con estas acciones, creamos reflexión entre la Comunidad Universitaria, sobre la importancia de identificar las emociones positivas y negativas, para conservar un estado de salud mental.

Aun a la distancia, permanecemos unidos.
 

buscar noticias







comparte en redes sociales